Hablando de lipoestructura y lipoescultura, hay que empezar diciendo que la silueta corporal nos permite definir de un solo golpe de vista a una persona, sin ni siquiera ver la ropa que lleva o las facciones de su rostro. Con la silueta corporal percibimos el sexo, etiquetamos como gordo o flaco, sabemos si tenemos delante a un deportista o a una persona sedentaria. Lo que concreta la silueta, no es ni más ni menos que la grasa corporal, marcando nuestro contorno en mayor medida que la musculatura.
La grasa también marca particularidades típicas de la edad de la persona, porque sus características cambian en cada etapa de la vida. Por ejemplo, en edades infantiles o juveniles, no se padecen lipodistrofias, que son esos acúmulos de grasa excesivos y desproporcionados en partes concretas del cuerpo. Otros factores, como el sedentarismo, son determinantes para la aparición de estos depósitos tan odiados, por lo que también se puede predecir de manera más o menos certera el lifestyle de alguien observando su figura. Son esas zonas lipodistróficas las que se eliminan mediante un procedimiento de liposucción.
No es ninguna casualidad que durante muchos años, la liposucción haya sido la operación más practicada en el mundo, por encima incluso de la apendicectomía. Sin embargo, su popularidad no ha hecho que el procedimiento se conozca con la profundidad que merece. La gente la percibe como una intervención simple, sencilla, incluso impera la creencia de que un médico general puede llevarla a cabo sin más complicaciones. Además, se sigue confundiendo con un método de adelgazamiento, cuando esto no es, de ninguna forma, así.
La liposucción es una técnica que presenta pocas complicaciones y una tasa elevada de satisfacción si se realiza en las manos adecuadas, bajo unas expectativas realistas y en un entorno clínico óptimo. En condiciones contrarias a las mencionadas, es la que tiene la medalla en mayor tasa de mortandad.
Los cirujanos plásticos, removemos las zonas lipodistróficas mediante lipoescultura, con el fin de conseguir tres objetivos:
- Que la grasa corporal tenga una distribución más parecida a la que se tiene en la etapa
- Que se produzca un efecto de marcación muscular para que se tenga un aspecto más atlético.
- Que la forma sea más femenina o más masculina según la finalidad que vayamos persiguiendo.
Nombrar a la grasa como el “nuevo oro” de la cirugía plástica, no es ninguna exageración. Hasta ahora no se han podido explotar sus posibilidades al cien por cien porque las tecnologías de liposucción eran mucho más invasivas y destruían la grasa que se sacaba, por lo que su reutilización ofrecía resultados pobres. Ahora, con el aqualipo de body jet – la técnica más avanzada de liposucción que existe-, podemos extraer los adipocitos vivos, lo que incrementa la tasa de éxito en los casos en que el paciente desea reutilizarlos para dar volumen a otra área de su cuerpo o rostro, o mejorar cicatrices y heridas. Además, este método resulta mínimamente invasivo con respecto a los empleados anteriormente, puesto que al trabajar con agua la hidrosección de los tejidos, el tiempo quirúrgico, la anestesia, las molestias, el tiempo de recuperación y los posibles riesgos se reducen a la mitad.
De hecho, según la ISAPS, la cirugía del Contorno Corporal, lipoestructura y lipofilling, está catalogada como un procedimiento de los menos invasivos a la hora de reconstruir la silueta corporal, con mínimas cicatrices y un rápido postoperatorio. La duración y dificultad del postoperatorio también depende en gran medida de la tecnología que se emplee en la cirugía.
Las ventajas de reutilizar la grasa mediante lipoestructura son, principalmente:
- Permite hacer cambios morfológicos de las áreas que se traten.
- Posibilita evitar el uso de prótesis que antes era imprescindibles para dar volumen, evitándose así todas las complicaciones y riesgos asociadas a portarlas. Lo más importante de esto es que se puede poner fecha de “alta total”, ya que los tratamientos con materia autóloga no requieren revisiones periódicas de por vida.
- En la grasa hay presencia de células madre y se produce la liberación de factores de crecimiento y quimiotácticos que van a hacer que las superficies que colindan con la grasa que se implanta estén mejor: por ejemplo, cuando se realiza un lipofilling para reconstrucción mamaria, contribuyen a la recuperación de la radiodermitis, también regeneran las cicatrices, las quemaduras, la elasticidad de la piel y las estrías. En general aumenta la calidad de la piel suprayacente de los tejidos que hay alrededor de la zona en que se trasplanta la grasa.
- Permite hacer cambios de masculino a femenino: se pueden poner depósitos de grasa típicos de la mujer.
- Es un tratamiento perfecto de rejuvenecimiento, de la manera más natural.
Mucha gente piensa que las ventajas del procedimiento no son suficientemente destacables por el hecho de que la grasa es un relleno reabsorbible, pero lo cierto es que esto es falso. Los resultados del lipofilling son permanentes en el tiempo, transcurridos unos 6 meses desde la cirugía, que es el tiempo en que un porcentaje de la materia injertada de reabsorbe. La tasa de reabsorción, así como el éxito de los resultados pende de varias circunstancias:
- Lo invasivo de la técnica. Arrancar la grasa mecánicamente o mediante vibración aumentará la grasa de reabsorción porque gran parte de los adipocitos se extraen muertos o dañados. El lipoláser no permite reutilizar el “nuevo oro”.
- También influye el tratamiento que se le da a la grasa que se saca del área donante, así como el tiempo que se trata en reinjertarla.
- La movilidad de la zona receptora: a mayor movilidad, más reabsorción.
- La edad: en personas más jóvenes tiene más éxito.
- La vascularización de la zona receptora: en facial alrededor del 90% será estable en el tiempo.
- La cantidad de grasa injertada en relación con la extensión del tejido en que se pone. De hecho, hacer sobrecorrecciones (poner mucha), puede dar lugar a complicaciones además de elevarse el porcentaje de reabsorción, como quistes grasos o irregularidades. Esta práctica de poner en exceso ha sido muy común, y ha propiciado la mala fama al lipofilling, así como su etiqueta reabsorbible.
- No se requiere buena elasticidad de la piel en el área receptora para buenos resultados, pero si en la zona donante. Si la calidad de retracción de la zona que liposuccionamos no es buena, pueden quedar ondulaciones e irregularidades.
Es más, no solo es que tenga resultados permanentes, sino que la grasa que se injerta engorda y adelgaza con el paciente en la zona donde está, y mantiene el comportamiento del área de donde se haya extraído. Cuando se requiere especial presencia de células madre hay que planificar bien el sector de extracción, porque la presencia de estas no es igual en todas partes.
Texto : Dra Martínez Padilla
Fotos : Aurea Clinic
Dra Martínez Padilla, miembro de AECEP Y Directora Médica y fundadora de Aurea Clinic