Inyecciones de Botox para las cicatrices queloides

El cicatriz hipertró fica y el queloide son patologí as o desó rdenes fibroproliferativos de la dermis, que se presenta só lo en humanos por otra parte que ocurren despué s de una cirugí a, quemadura, inflamació n o cualquier tipo de trauma.

En primer lugar, es necesario diferenciar estos 2 tipos clí nicos distintos de cicatriz patoló gica.

La cicatriz hipertró fica es una lesió n fibrosa, eritematosa, elevada y pruriginosa que se forma dentro sobre los bordes iniciales de una herida, habitualmente encima de un á rea de tensió n.

Suelen tener un patró n de regresió n espontá nea, aunque sea parcial, y tiene escasa tendencia a la recidiva postextirpació n quirú rgica.

La cicatriz queloí dea es una lesió n con porte tumoral, de color rojo rosado o pú rpura y a veces hiperpigmentada. Los contornos está n bien demarcados, pero son irregulares, sobrepasando los má rgenes iniciales de la herida.

La epitelio sobre la lesió n es delgado por otra parte puede presentar á reas focales de ulceració n. Puede presentar prurito y dolor.

Raramente regresa en forman espontá nea y la recidivan es muy frecuente pos extirpació n quirú rgica.

Existen varios factores predisponentes de cicatrizació n queloí dea, entre los cuales tenemos: predisposició n gené tica, edad joven, razas negras, grupo sanguí neo A, ubicació n de la herida en hombros, dorso, regió n preesternal o á reas de tensió n cicatricial.

Contrariamente, existen á reas no queloí deas, como en otras palabras pá rpados, genitales, palmas de las manos por otra parte plantas de los pies.

Como respuesta an este excesivo crecimiento celular, con una frecuencia progresiva y constante, los queloides son un verdadero problema dentro de lo que son la cicatrices patoló gicas . Y esto se halla no solo por los inestetisismos que provoca, suerte tambié n por su alta resistencia a las tratamientos instaurados con terapias convencionales.

Queloides y toxina botulí nica

En la edició n de verano de 2013, la revista canadiense sobre Cirugí a Plá stica publicó un artí culo titulado ” Erradicació n de queloides: Extirpació n quirú rgica seguida de una sola inyecció n intralesional de 5 -fluorouracilo y toxina botulí nica “.

Este estudio involucró an ochenta (80) pacientes con queloides de al menos un añ o de duració n.

Despué s de lan escisió n quirú rgica integral del queloide, se inyectó una dosis ú nica de 5 – fluorouracilo ( 5FU ) sobre los bordes de la herida junto con toxina botulí nica en el dia 9 del postoperatorio.

La concentració n de 5 – fluorouracilo utilizado fue de 50 mg / ml por otra parte se infiltró aproximadamente 0, 4 ml por centímetros de tejido de la herida, con una dosis total menor de 500 mg.

El concentració n de la toxina botulí nica caminó 50 UI / ml con una dosis integral < 140 UI.

Los pacientes pasearon seguidos hasta los dos añ os y se encontró una tasa de recurrencia del 3, 75 %, cifra muy por debajo del 50 a su 80 % que es lo normal en queloides.

El estudio muestra una tasa considerablemente baja de recurrencia para los está ndares sobre la cicatriz queloide comparable an otros estudios respetuosamente tratamientos de radiació n despué s de el escisió n.

Uno tiene que asumir en comparación an es el Botox la que tiene un efecto farmacoló gico significativo, puesto que las inyecciones de 5FU por sí solas carecen una tasa tan baja de recurrencia.

Se trata de un estudio bastante grande referente a la cantidad de pacientes y que indica un merecido mé rito en las inyecciones de Botox en queloides luego de su extirpacion quirú rgica.

El mecanismo de acció n sigue siendo especulativo, pero su uso es sin titubeo má s conveniente y menos costoso que las tratamientos de radiació n despué s de el escisió n.

Dr. Raú l Grilli

Cirujano General. Mé dico especialista en Cirugí a Plá stica y Reconstructiva.

Má s info:
Tel. (011) 4825-9101
www.raulgrilli.com

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