El Ácido Hilurónico es un azúcar complejo presente en distintos tejidos de la piel, los huesos y el cartílago. Descubierto en 1934, antes de convertirse en uno de los básicos de la medicina estética en los años noventa, se usó en pastelería durante nada menos que seis décadas. Su biocompatibilidad (es una sustancia que produce el propio organismo) y versatilidad lo han convertido en un histórico para corregir volumen del rostro. Pero su margen de maniobra, no acaba ahí. La Unidad Experta en Medicina Estética y Nutrición de Clínicas Mato Ansorena, desvela cinco sitios curiosos donde también se aplica y si realmente merece la pena:
1. Areola No es nuevo. Pero en los últimos meses medios como Allure, han alertado sobre la fuerza que está cobrando esta tendencia, y Kendall Jenner ha terminado por confirmalo: la voluminización de la areola gana adeptas a toda velocidad. Una sola inyección mejora la proyección, volumen y aspecto de la zona, “además de solucionar problemas como el pezón invertido o la suavización de las glándulas de Montgomery”. ¿La pega? La sustancia es reabsorbida al cabo del tiempo por el propio organismo, así que no es permanente. ¿La ventaja? Mejora la apariencia general del pecho, sin perder sensibilidad en la zona.
2. Nariz La rimodelación es una técnica que consigue corregir la forma de la nariz con infiltraciones de sustancias de relleno, en los últimos años está ganándole terreno a la vertiente de quirófano; la rinoplastia. Sin embargo “hay que entender que tiene sus limitaciones; un caballete muy pronunciado o un tabique nasal ancho, son problemas de estructura ósea, no de volumen y es necesaria la intervención quirúgica si se quieren corregir”. Además otra desventaja de ésta técnica es que no es permanente y en algunos casos puede provocar problemas en la respiración, por ello en Clínicas Mato Ansorena sólo se recurre a la rinomodelación en casos puntuales de corrección discreta.
3. Rodillas y codos Otra zona desconocida donde el ácido Hialurónico da buenos resultados es en codos y rodillas, puesto que consigue mejorar las depresiones poco estéticas y el aspecto seco, deshidratado y desvitalizado de dichas zonas, que en general surgen a partir de los 40 años. Un pequeño retoque con ácido hialurónico en esta zona, embellece y estiliza la pierna. Aplicado en codos, aporta una dosis extra de hidratación, evitando que se conviertan en delatores de la edad.
4. Lóbulos. Con el tiempo nuestros lóbulos van perdiendo volumen y estructura, descolgándose. Este pequeño detalle, puede parecer insignificante pero acompleja a muchas personas. Un dato curioso es que “Con la fiebre por los cortes de pelo extra-cortos, hemos tenido pacientes que se han infiltrado Ácido Hialurónico en los lóbulos para lucir unas orejas bonitas”. Parece que no, pero si se tiene el pelo corto un lóbulo jugoso en un punto a favor. La infiltración es sencilla y prácticamente indolora. Para conservar intactos sus efectos, hay que hacer sólo una sesión anual.
5.Celulitis y acné Su uso para acabar con la celulitis está relativamente extendido, sin embargo en Clínicas Mato Ansorena no son demasiado partidarios de esta técnica “El problema de los hoyuelos de celulitis es que hay un tabique fibroso empujando hacia abajo el tejido, por lo que el ácido Hialurónico no da los mejores resultados, es mucho mejor optar por un dispositivo médico y combinarlo con un buen plan nutricional” .